Páginas

lunes, 12 de noviembre de 2012

Símbolos alquímicos



Son muchos los símbolos que abundan en todos los cuadros e ilustraciones alquímicas. Aquí expongo los más representativos, también os tengo que advertir que para entender muchas de las alusiones a estos símbolos tendréis que leer primero el artículo en el que os explique lo más básico de la alquimia: La esencia de la alquimia

Saturno: Representa al sol, al oro saturnal que es la meta última de todo alquimista y que se logra con la piedra filosofal. Representa el espíritu puro, patrón de todos los alquimistas y figura central con la que se identificaban.  Rige las piedras, la tierra y el plomo (antimonio, el elemento básico del que se dice que es el mayor veneno y a la vez el remedio más eficaz,  el antimonio alivia el dolor de las articulaciones, la melalgia, y otras clases de dolor que puedan estar asociadas con depósitos).

Triangulo derecho: representa el fuego del alma. Representa el espíritu divino masculino, se asocia al plomo y a la transformación final.

Triangulo invertido: Representa el espíritu del agua, el símbolo del Salvador. Representa el espíritu divino femenino y se asocia al estaño y a la purificación.

Triangulo derecho con una línea en la parte superior: Representa al aire, representa también al espíritu divino masculino, y se asocia al hierro y a la vida.

Triangulo invertido con una línea en la parte inferior: Representa a la tierra, al espíritu femenino, se asocia al cobre y al nacimiento y creación.


Cuando los dos triángulos se superponen dando lugar a la estrella de seis puntas o sello de salomón, simboliza el símbolo mayor de todo el universo, que es cuando la obra alquímica se consuma en la rencarnación y la reintegración con Sophia o Aurora, la parte femenina divina original.

Huevo Filosófico: contiene el germen del que nacen todas las cosas. Simboliza el recipiente en el que se realizan los experimentos alquímicos.

Metales:

Los alquimistas distinguían siete metales principalmente: dos nobles (el oro y la plata) y viles los demás (cobre, hierro, estaño, plomo y mercurio).
Cada metal corresponde a un dios y su planeta. Saturno simboliza el plomo; Júpiter, el estaño; Venus, el cobre; Marte, el hierro; Apolo, dios solar, corresponde al oro y Diana, simboliza la plata.

Los metales imperfectos eran los ingredientes de la obra alquímica; la Pequeña Obra pretendía transmutarles en plata y la Gran Obra en oro. Para conseguirlo, la Pequeña Obra debía producir la Piedra Blanca capaz de cambiar cualquier metal en plata mientras que la Gran Obra se completaba al obtener la Piedra Roja que transmutaba en oro los metales innobles.

La Gran Obra podía llevarse a cabo por dos vías: una seca, húmeda la otra, según las preferencias o las capacidades del alquimista.

ORO: Símbolo del Sol. Representa el alma en su estado original, la perfección absoluta a todos los niveles. Es lo puramente espiritual.

LUNA: representaba el principio volátil de la obra filosófica, es decir, la plata. Una luna compacta, simbolizaba al oro blanco. Cuando aparece en una ilustración junto con Apolo significa que la transmutación de la piedra filosofal es inminente.

 PLOMO: Símbolo del caos del alma. Es el alma en su estado enfermo, empapado y muerto, que ya no puede reflejar el Espíritu. Se asocia a Saturno.

COBRE: Se asocia al elemento tierra y a Venus.

HIERRO: Se asocia al elemento aire y a Marte.

ESTAÑO: Se asocia al elemento agua y a Júpiter.

AZUFRE: (masculino, caliente, fijo, activo) es la forma, es decir el mediador del alma. Se relacionaba con el Sol y todo lo masculino.

MERCURIO: (femenino, frío, volátil, pasivo), la materia, es decir el espíritu sutil. Se relacionaba con la luna y todo lo femenino. El Azogue es el nombre con que Paracelso nombró al mercurio filosofal, denominación que posee la primera y la ultima letra del alfabeto latino, griego y hebreo. 

ANTIMONIO: simboliza la naturaleza animal o el espíritu salvaje del hombre y de la naturaleza.

La Sal representa la unión entre el azufre y el mercurio y en realidad simboliza al cuerpo. Implica movimiento. La sal aparece en tres formas: rutilante, blanca y roja. Visualmente aparece representado por un círculo cruzado por una línea horizontal.

La unión de lo masculino y femenino, representado por el azufre y el mercurio respectivamente, el oro y la plata o el sol y la luna  es la culminación de la gran obra alquímica a través de la cual se puede conseguir ese estado de perfección que simboliza la piedra filosofal.  ¿Cómo? 

Después de esta unión, la materia moría al abandonar su envoltura carnal. Esta muerte o putrefacción permitía la liberación del alma, purificándose el espíritu de sustancias materiales. El alma libre podía entonces integrarse con Dios, la unidad perfecta que en este caso era tanto femenino como masculino.

El Caduceo representa esta unión de lo masculino con lo femenino, la unión de los contrarios, la transformación y el equilibrio al que se llega en todo proceso alquímico.

Fases de la alquimia y su simbolismo:


-          El negro, nigredo, es el estado inicial, se identifica con el estado de caos de la prima materia, o, del caos existente creado por la descomposición de los elementos. La consecuencia es el estado de la descomposición,  es entonces  cuando se produce una unión de lo masculino con lo femenino y aparece la muerte. Cronos o Saturno era un símbolo de esta fase al igual que el dragón, el sapo y el cuervo.

-          Desde el nigredo se va directamente al emblanquecimiento (albedo), o el alma que ha salido del cuerpo a causa de la muerte y que es reunida de nuevo con el cuerpo muerto para dar vida a éste. Es el lavado de la prima materia. Con esto se alcanza la primera meta principal del proceso, concretamente el albedo que se simboliza con la luna. El albedo es, en cierto modo, el crepúsculo. Diana o Artemisa representa esta fase al igual que el pavo real.

-    El rubedo es ya la salida del Sol. La transición al rubedo constituye el amarilleamiento (citrinitas), el cual, como se ha mencionado, decae con posterioridad. Después sale el rubedo directamente del albedo mediante aumento del fuego hasta el grado máximo. Apolo representa esta fase.
Lo blanco y lo rojo son reina y rey, que también pueden celebrar en esta fase su sagrada unión para alcanzar la perfección absoluta: la piedra filosofal. 


Animales

Los animales tienen su simbolismo propio.  Los pájaros, así como los demás animales alados, representan el principio volátil mientras que los animales ápteros encarnan el principio fijo. Con frecuencia, un animal alado combate con un animal áptero para ilustrar la lucha química entre los principios volátil y fijo y su correspondencia espiritual en la lucha entre el alma y el cuerpo. Los pájaros, cuando se elevan en el cielo, representan la volatilización o sublimación de las materias encerradas en el recipiente alquímico. Si descienden a la tierra simbolizan la precipitación y condensación de esos productos.

Paloma: Si aparece una paloma en una ilustración o dibujo alquimista, eso representa el  espíritu que vuelve a juntarse con lo que queda del cuerpo después de la putrefacción.

Lobo: Representa al antimonio que era llamado “el lobo de los metales”. El símbolo tradicional del antimonio en la alquimia era el “orbe imperial” con la cruz encima del globo, y representa el efecto integrador universal, es decir, el poder de los cuatro elementos relacionados con los ciclos de la naturaleza. Los ritmos del hombre también le pertenecen como por ejemplo el ritmo de sueño y vigilia. Por ello el antimonio se usbaa, por ejemplo, para tratar los desórdenes del sueño. El antimonio separa el oro de los metales impuros, lo cual se simboliza mediante el lobo comiéndose al rey viejo y enfermo. Con una separación posterior fundiendo el oro y el antimonio, se obtiene oro puro, el cual se simboliza en el trasfondo por el lobo quemado y el rey renacido surgiendo del fuego.

Perro: Simboliza al azufre o al oro metálico. Cuando el  lobo devora al perro representa  que el antimonio es capaz de purificar el oro.

Ciervo y Unicornio: Ambos animales tienen el mismo significado: representan al mercurio, lo femenino, lo virginal. Si aparecen los dos juntos el ciervo representa al mercurio, lo femenino y el unicornio lo masculino, el azufre.

Oso: Representa la materia prima en su fuerza bruta y caótica.

Carnero y Toro: Determinan los dos períodos astrológicos entre los que deben desarrollarse las operaciones alquímicas.

 Conejo o liebre: Representa el guía del alquimista en las entrañas de la tierra.

Fénix: simboliza el final del proceso alquímico: la consecución del oro y la perfección filosófica.

Águila: también representa la transformación del metal vil en oro, el final de lo impuro y el surgimiento de lo puro.

Uróboros o Ouroboros (serpiente que se muerde la cola): representa la inmortalidad y la continuidad. Dos serpientes que se devoran mutuamente nos revelan la presencia de un ciclo que hay que cumplir en el proceso de la purificación También simboliza que "todo es uno", el principio alquímico. Cuando aparece una serpiente con tres cabezas simboliza a las tres dimensiones del espacio, los tres estados del tiempo: pasado, presente y futuro y a las tres materias del arte filosofal: mercurio, azufre y sal.  A veces la serpiente está crucificada y entonces representa la fijación de un principio volátil. 

Cuervo: Cuando aparece un cuervo quiere decir que el espíritu y el alma abandonan el cuerpo envejecido representado por el mismo cuervo que penetra en la fase de negritud (nigredo) y en el estado de putrefacción. Otros sinónimos del cuervo con el mismo significado son: un sepulcro, una calavera, un cadáver, un esqueleto.

Sapo: era un símbolo de la putrefacción por la forma en que la materia prima se carbonizaba pulsando como si emitiera gases.

Cisne: Representa la fase de albedo o blancura, es decir el proceso de purificación.

Dragón: La expresión “matar al dragón” significaba reducir los metales a una condición no metálica para que así pudiera asumir una nueva alma. El dragón alado simbolizaba al mercurio, mientras que un dragón sin alas representaba al azufre. Un dragón de fuego, era el fuego mismo y un dragón verde, significaba agua.  A veces, dos dragones luchan entre sí para simbolizar la putrefacción. A menudo, el alquimista, armado como un guerrero, se enfrenta al dragón demostrando que intenta unificar el caos o que trata de elaborar el oro a partir de la materia bruta.

Pelícano: Suele simbolizar la propia piedra filosofal, capaz de multiplicarse, pájaro que con su propia sangre vuelve a la vida a sus hijos.  Los siete hijos del pelicano representan los siete metales, los siete chacras en relación con las glándulas endógenas: pineal, pituitaria, tiroides, timo suprarrenales, páncreas y gónadas. 

León: Cuando es verde representa al vitriolo verde, un líquido utilizado con frecuencia por los alquimistas, muy corrosivo, simboliza la materia cruda en estado crudo. Según los alquimistas es el disolvente universal que devora los siete metales y el oro. El León Rojo representa a esta misma materia después de diversas operaciones.
El león suele representarse devorando al Sol, representando así al mercurio filosofal. También representa a la forma primitiva, aún no transmutada del oro alquímico.
“Cuando el león esta saciado, su espíritu es mas fuerte que antes y sus ojos equivalen al sol, siendo su naturaleza interior mas fuerte para lo que se busca..”

Basilisco: Ese animal hibrido de un gallo y un sapo, representa el disolvente caustico o el polvo de proyección  que transmuta los metales.

Pavo real: Representa las diversas tonalidades que se manifiestan en el curso de las operaciones. Tiene la misma importancia simbólica que el arco iris.