lunes, 4 de abril de 2011

Adivinación con espejos


El espejo tiene un significado esotérico muy rico y profundo apareciendo en todas las culturas. Se dice que los incas fueron probablemente los primeros en fabricar y usar espejos con minerales volcánicos aunque su origen real es incierto. Lo que sí es verídico es que los espejos han sido asociados a las diosas en casi todos los mitos y rituales del mundo y a la luna desde tiempos inmemoriales como en el milenario Egipto, Roma o Grecia donde se creía que la plata de los espejos era producida por los rayos de la luna. Incluso antiguos filósofos como Sócrates, Séneca o Platón aconsejaban y usaban espejos de forma precognitiva, e incluso Nostradamus los utilizaba para elaborar sus profecías.  En la alquimia, por ejemplo, el cristal era sinónimo de perfección espiritual, siendo intermediario entre el mundo visible y el invisible, cualidades asociadas posteriormente a los espejos. 

Sin embargo los espejos tal como los conocemos ahora, hechos de cristal no empezaron a fabricarse hasta el siglo XV-XVII con láminas de plata por lo que eran tan caros que las damas advertían a sus criados que un espejo roto equivalía a siete años de mala suerte. Es curioso como esta costumbre ha permanecido hasta nuestros días.

Los espejos suelen estar asociados al agua o a los espíritus elementales del agua. Esto es lógico ya que  en la antiguedad distintos pueblos indígenas creían que el agua reflejaba el alma y que incluso determinados espíritus de las aguas podían atraparla. De hecho en Grecia los espejos eran muy utilizados a modo de oráculo y en la Edad Media eran tan habituales que se empezaron a usar con signos cabalísticos y astrológicos denominándose “espejos mágicos cuya adivinación se llegó a llamar Catoptromancia y que servía además de las practicas adivinatorias, para ver eventos que sucedían en lugares lejanos, localizar objetos perdidos, y detectar criminales. Este término proviene del vocablo griego Kátoptron(espejo) y mantéia(adivinación). 

Esta ciencia adivinatoria con espejos tuvo mucho éxito hasta la actualidad siendo desbancada por la Cristalomancia, la adivinación mediante el uso de la Bola de Cristal. Y ojo, que muchos utilizan Cristalomancia como sinónimo de Catoptromancia cuando evidentemente no lo es. El término Cristalomancia es relativamente reciente aunque debido a que es más fácil de pronunciar se tiende a englobar en el mismo término todo lo referente a la adivinación con cristales, espejos, bolas de cristal, etc…

El espejo se considera símbolo mágico del inconsciente, la imaginación, el pensamiento, el reflejo del Universo y de todo lo relacionado con lo esotérico y lo oculto. Se afirma que es como una puerta al mundo astral; de ahí la costumbre antigua de tapar los espejos cuando fallece alguien con el fin de impedir su regreso o que el espíritu robe el alma de los vivos. Precisamente sean estos hechos los que hayan creado la leyenda de que los vampiros no se reflejan en los espejos ya que no tienen alma. 

Además, según la Catoptromancia, estos objetos suelen mostrar imágenes pasadas o futuras y como en algunos cuentos de hadas, expresan la verdad pues reflejan lo que ven sin el muro o escudo que nos ponemos inconscientemente para protegernos mostrando nuestra alma, nuestra esencia. 

 Hay innumerables leyendas, rituales y mitología alrededor de estos objetos tan cotidianos actualmente que os aburriríais soberanamente así que me centraré en lo esencial y lo más llamativo.  

Como anécdota deciros que los espejos eran muy usados en rituales de invocación de espíritus, invocaciones al demonio, rituales precognitivos y otras creencias tan curiosas como que si la persona ve en sueños su propio reflejo morirá pronto. Además, para los distintos rituales que se elaboraron a través del tiempo se solían emplear junto con los espejos recipientes de plata, piedras preciosas, agua e incluso sangre y se llegó a usar distintos tipos de espejos según el uso que se le quisiera dar.

Tipos de espejos:


El espejo del Sol: Estaba hecho de oro y se usaba los domingos para descubrir información sobre aquellas personas que ostentaban el poder.
El espejo de la Luna: Era de plata y se usaba los lunes para determinar las posibilidades de que los deseos se manifestaran en el futuro y para la interpretación de los sueños.
El espejo de Mercurio: Estaba confeccionado por un globo de vidrio lleno de mercurio, el metal líquido. Se empleaba los miércoles para descubrir las respuestas a preguntas relacionadas con el dinero y los negocios.
El espejo de Venus: Estaba hecho de cobre. Se usaba los viernes para determinar cuestiones amorosas.
El espejo de Marte: Estaba hecho de hierro. Se empleaba los martes para buscar consejo respecto a discusiones, juicios y otras situaciones similares.
El espejo de Saturno: Estaba elaborado de plomo. Era frecuente usarlo los sábados para revelar el paradero de objetos perdidos y secretos ocultos.
El espejo Negro: Estaba realizado con obsidiana. Los egipcios lo utilizaban para saber el destino que les aguardaba. Los romanos en cambio los usaban como adorno. En la Edad media se emplearon para convocar al diablo.

Rituales más representativos:

Para responder preguntas: Sumergir un espejo en las aguas de un arroyo, lago o río tres veces mientras se formula una pregunta de sí o no el mismo número de veces. Luego observar nuestro reflejo en él. Si el reflejo es claro, la respuesta es sí. Si el reflejo está borroso o distorsionado la respuesta es un no.

Para saber si un evento ocurrirá: Escribir una pregunta con un lápiz graso(sino calentar con un mechero) en un espejo. Envolverlo en varias capas de tela, poner debajo de la almohada y dormir sobre él. Si se sueña con el suceso que esperamos se realizará. Si no, no ocurrirá.

Para ver el futuro: Llevar un espejo a una ventana donde le dé los rayos del sol y dirigirlo de modo que la luz solar se refleje en el techo. Observamos las formas móviles las cuales tendremos que interpretar ya que son signos de nuestro futuro más cercano.

Para revertir la maldición de un espejo roto: Esperar unas horas antes de recoger los trozos rotos del espejo y luego enterrarlos en la tierra bajo la luz de la luna.

Actualmente el Dr. Raymond Moody, un famoso psiquiatra americano, creó una técnica muy criticada para facilitar encuentros con personas fallecidas a través de espejos denominada Psicomanteum. En sus ensayos con esta peculiar técnica, al menos el 50% de los participantes tuvieron un encuentro con  personas fallecidas y lograron visiones tridimensionales. 

 Según estas personas,  se sientan en una habitación poco iluminada en la que después de concentrarse y observar fijamente un espejo situado en un ángulo de tal forma que no pueden ver su propio reflejo, empiezan a notar una presencia de la persona fallecida buscada seguida de una especie de comunicación interior con ese espíritu mediante imágenes y voces que se producen en sus mentes. Luego, de pocos minutos a una hora, ven transformarse el espejo en una ventana, dentro de la cual se forma un torbellino de nubes en las que experimentan visiones muy vívidas.

Según Moody el psicomanteum está inspirada en el “oráculo de los muertos” de la antigua Grecia, donde infinidad de personas tenían visiones extraordinarias al observar fijamente la profundidad de un espejo, un lago o algo similar.  
 Según su libro que es todo un best-seller: Life after life (Vida después de la vida) al principio escogió a amigos, familiares y conocidos como voluntarios, preferentemente personas maduras, estables, con interés por la conciencia humana, curiosas y buenas comunicadoras descartando aquellas con ideologías ocultistas o con trastornos mentales. Luego les pedía que pensaran en la persona fallecida que querían ver y eligieran algún objeto perteneciente a ésta. Luego daban un paseo matutino donde les explicaba las normas e intentaba descubrir las motivaciones que inducían a esa persona a ofrecerse como voluntaria de sus experimentos. A continuación conversaban distendidamente sobre la persona fallecida, quien era, como era, sus recuerdos, el tipo de relación que tenían con ella…Llegado el momento entraban en la sala de apariciones, en la que el doctor encendía una pequeña lámpara, situaba el espejo convenientemente y mandaba sentar unos tres cuartos de hora a los sujetos en un sillón relax poniendo de fondo música ambiental de relajación. 

El resultado de los experimentos sorprendió incluso a los promotores, ya que se alcanzó un 70% de casos de energía paranormal dentro de la habitación, una cuarta parte tuvieron contacto con personas diferentes a las elegidas y algunos incluso vieron a desconocidos. Solo unos pocos llegaron a ver a los fallecidos elegidos y al menos en un 15% los contactos no se limitaban solo al espejo; algunos relataban como la imagen salía del espejo y pasaba a formar parte del espacio físico, tomando un aspecto más real. Las experiencias se tornan inquietantes cuando días más tarde, los sujetos acuden al doctor asegurando haber tenido posteriores contactos con los parientes fallecidos que querían ver, en sus propios hogares

La conclusión de Raymond fue que el hombre, tras la muerte, no cesa de existir, sino que su alma continúa viendo, oyendo, pensando y sintiendo. No hace falta decir que su libro y conclusiones causaron tanto revuelo como polémica, sobre todo por parte de la iglesia.

En la actualidad el psicomanteum se practica por psicólogos y terapeutas en distintos países mediante monitorización y coordinadas por un profesional que no garantiza el éxito de este “encuentro” y cuya presencia y experiencia constituye un serio compromiso emocional.

No sé vosotros pero yo no puedo terminar sin plantearme ciertas preguntas a raíz de los experimentos del doctor Raymond… ¿Qué pasa más allá de la muerte?¿Esas apariciones eran fantasmas, proyecciones del subconsciente o solo imaginaciones causadas por sugestión? Una cosa está clara, los espejos son claros intermediarios entre la realidad y la irrealidad. ¿Qué opináis vosotros?

Articulo dedicado a Alicia
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