lunes, 6 de febrero de 2012

Los animales celtas II



Seguimos con los animales celtas y su significado tanto en la mitología como en el aspecto diario de una cultura tan ancestral y enigmática como la celtica. En el anterior articulo expliqué los animales sagrados:  el ciervo, el toro y el caballo. Ahora le toca al jabalí, el perro y el oso, otros tres animales considerados especiales y por lo tanto sagrados para el pueblo celta:

EL JABALÍ


Soy Jabalí

Salvaje es mi espíritu y fuerte mi coraza,
Al norte yo busco, al sur yo impero

Soy Jabalí

Persigo lo indomable, aliento lo imposible
Victoria y fuerza, poder y honor

Soy Jabalí

Con mi cuerpo y mi sangre
Yo bendigo al guerrero.   



El jabalí simboliza la fuerza, el furor y el ardor de la batalla, cualidades asociadas a la guerra y al coraje de los guerreros debido a que son fuertes, peligrosos y muy difíciles de matar. Un hecho que lo demuestra es que en los estandartes militares se representase un jabalí al igual que en las monedas. Su cabeza fue un trofeo admirado representado a menudo en los escudos de los guerreros.  Sus cerdas tienen gran importancia ya que es la que simboliza su fuerza. En la mitología celta, el héroe toma la forma del jabalí para librarse de sus perseguidores, otras para exterminarlos y otras a causa de alguna maldición.
Al igual que otros animales sagrados, era objeto de un culto relativamente importante en el que su caza impregnaba gran prestigio además de constituir un paso fundamental a la hora de iniciar a los jóvenes celtas hacia la categoría de guerreros.

Un hecho curioso es que el jabalí era el animal elegido para la cena de fin de año  pues según los druidas este animal poseía una enorme carga mística y energética. Es por esto que eran los druidas los encargados de cazarlo sin la utilización de ningún tipo de arma. 

Quizás no sea casual que en la mitología y en las leyendas celtas, el jabalí estuviese muy relacionado con el poder de los druidas, tal era la admiración que este pueblo procesaba hacia este animal.


EL PERRO


Soy Perro

Protejo y custodio las almas puras
Conservo y cuido a la caprichosa fortuna

Soy Perro

Amante del sol y esposo de la luna
Júrame lealtad y serás bendecido


Soy Perro

Guardián de la luz y la oscuridad
Sígueme hacia el reino de lo que no puede ser nombrado


Parece que el perro además de ser el guardián del hogar y el ayudante de caza era un animal especialmente divinizado.  Muchas diosas celtas tenían un perro sobre sus rodillas en restos encontrados en territorios cercanos al río Rin y al Mosella.
El perro simboliza para los celtas, como es obvio, la lealtad, protección y seguridad pero además constituía un importante presagio de buena salud. Así era normal encontrar su figura en prendas de vestir y en diferentes adornos caseros.

En ocasiones el perro se asociaba con la muerte, y su pariente el lobo, era para los celtas símbolo de castigo por errores cometidos. Aún así, la imagen del perro y el lobo se confunden dentro de la misma cultura celta. Podemos decir que se complementan y se oponen al mismo tiempo, algo que bien puede ser contradictorio pero puede tener razones más o menos plausibles…quizás los celtas pensaban que el perro era un descendiente o un hermano del lobo o que de alguna forma estaban relacionados. (Los perros en aquella época eran mucho más grandes y salvajes que los de hoy en día).

Los celtas y germanos creían que cubrirse con la piel de la cabeza de un lobo les otorgaba especial fuerza y ferocidad en el combate.

Los perros en cambio, jugaban un papel muy importante en la mitología celta. Arawn, señor de Annwn (el más allá galés) se enorgullecía de poseer unos sabuesos sobrenaturales, blancos con las orejas rojas, y el héroe del Ulster, Cuchulainn, también poseía una estrecha relación con los perros pues, tras matar al perro de un herrero, tuvo que tomar su puesto.


EL OSO


Soy Oso

Rey de todo lo que brilla, señor de todo lo noble
Divina es mi estampa, poderoso mi corazón

Soy Oso

¿Dónde está tu fortaleza? Ese es mi privilegio
Si quieres mi protección a mi deberás el honor y la grandeza

Soy Oso

Yo te guiaré por los designios de la razón y el corazón
Deja atrás toda duda y déjate llevar por la senda del oso.



La raíz Art, que significa oso, aparece en varios topónimos celtas. Simboliza la fuerza primitiva, el equilibrio entre el bien y el mal, la luz y la oscuridad, la nobleza y la unión de lo divino y lo terrenal

Sin embargo, la palabra Art significa también “estrella” o “Sol” siendo esta raíz parte del nombre del famoso rey Arturo (Arthur) de la mesa redonda del legendario reino de Camelot. De hecho la estrella Arcturus, (“Artc” significa brillar) de la constelación del Boyero es el denominativo romano para Arthur. ¿Casualidad?

Para que no quedaran dudas de la relación de este animal con el famoso rey, Arturo tenía impuesto el geis de no poder matar a ningún oso.
De hecho entre los celtas se sabía que Merlín, el famoso druida, era también llamado “el jabalí del bosque de Broceliande” y al rey Arturo se le llamaba “el rey oso”; para dar más énfasis a esta teoría sabemos que en toda la mitología celta el oso y el jabalí siempre han estado relacionados. Incluso existe una teoría que indica que el oso era el animal por excelencia asignado a los caballeros al igual que el jabalí lo era de los druidas.
Como curiosidad decir que el nombre vasco “Harsus”, más típico en la Aquitania antigua y también "García", en castellano, tienen precisamente ese origen celta que les identifica con el animal totémico, el oso.

Este animal tan poderoso está íntimamente unido a la Diosa celta Artio, la Diosa Oso de los Celtas de la Galia. Como una Osa madre que protege a sus Oseznos, Artio defendía a animales y humanos por igual. Una pequeña estatua de bronce encontrada cerca de Berna, Suiza, representa una Artio en su forma humana sosteniendo fruta ante la figura de un Oso que parece estar saludándole. Aparece entre ellos una intima conexión, como si se les equiparara en fuerza y ferocidad y se les considerara igualmente divinos.
Es por este motivo, que Artio o en su defecto el Oso, fue considerado un símbolo de fuerza femenina, de la agresividad y la fuerza del espíritu protector femenino. Se le adjudicaron también atributos de fortaleza y poder físico, aunque no necesariamente relacionados con la violencia o la agresión, sino con la capacidad para la defensa al igual que una madre defiende con uñas y dientes a sus pequeños oseznos contra cualquier tipo de peligro.


Otros animales importantes para el pueblo celta eran: 


Serpientes: Por su hábito de mudar la piel, las serpientes las identificaban con la resurrección, por eso las deidades con las que se les relaciona son de curación. También estaban relacionadas con la fertilidad, tal vez debido a su forma fálica o a las múltiples crías que tienen en un solo parto. Según la propia mitología y otros autores: “Destruye a los individuos, pero conduce a las especies; devora las naciones, pero deja vivir a los reyes que las han de poblar de nuevo; da a las plantas su veneno y hunde a los hombres en el profundo sueño; pero también otorga, en su reino oculto, una nueva fuerza al sol, que rejuvenece el mundo cada mañana, cada primavera”. Si aparecen bajo la premonición de un sueño suelen representar problemas. Siempre que aparecían en los sueños mitológicos, las guerras y la esterilidad surgían.



Pájaros: En cuanto a las aves, cobran importancia en la mitología celta, las águilas, cuervos, búhos, cornejas, palomas y cisnes entre otros. En mitología, y de modo general, el ave de presa se identifica con el sol y también con el relámpago. El relámpago se equipara, bien al pico del ave rapaz, o bien a sus garras.

En cambio, a los cuervos y a las palomas se les asociaba con los oráculos y las predicciones. Tanto en la tradición irlandesa como la galesa, los pájaros mágicos, generalmente en grupos de tres, estuvieron asociados con la curación y con la creencia de que se volvía a la vida en el Más Allá. Los cuervos especialmente, estaban asociados con los presagios de muerte y batalla por su asociación con la diosa Morrígan, la diosa celta de la guerra.

Las grullas, por el contrario, eran pájaros de mal agüero y de hecho, en la mitología celta, las mujeres malévolas o celosas eran convertidas en grullas como castigo. Por ejemplo, el dios del mar irlandés, Manannan tenía una bolsa hecha con piel de un grulla que antes había sido una mujer celosa.

Los buitres, en cambio eran considerados mensajeros de los dioses. De hecho los cadáveres de los guerreros muertos en combate se dejaban al aire libre para que los buitres lo devorasen y llevaran su alma junto a los dioses.

Las águilas eran símbolo de sabiduría y conocimiento profético. Según los celtas, la determinación de sus movimientos podía predecir el futuro. La liebre también estaba relacionada con la predicción profética y la visión futura, sobre todo por los celtas galos. También el pollo, el gallo y la gallina eran animales venerados por los galos por su carácter doméstico, siendo su carne muy preciada.

Por otro lado, los patos y gansos simbolizaron honestidad, sencillez e ingenio. Los patos en particular representaban la sensibilidad, ya que tendían a ser muy sensibles a su entorno, también eran muy respetados por su belleza y su adaptación a la naturaleza. Los gansos debido a su carácter migratorio se convirtieron en un símbolo de transición y de cambios.



Mariposas: Para los celtas representaba la transformación, inspiración y renacimiento espiritual y físico. La transición era muy común en la naturaleza y la mujer celta era muy consciente de su presencia. Como tal, las mariposas que adornaban los vestidos de maternidad, mantas y sábanas de manta eran un signo de transición gradual para dar la bienvenida a los nuevos bebés que con el paso del tiempo se transformarían en guerreros, druidas, bardos o poetas.


Pescados: Los pescados, y el salmón en particular, están asociados con el conocimiento. El salmón mágico gana el poder de la sabiduría consumiendo las avellanas que caen en los manantiales sagrados por lo que este animal siempre se ha visto relacionado con el avellano.
La aparición en las costas de numerosos países celtas convirtió al delfín en un animal muy apreciado que simbolizaba la amistad, la inteligencia y la buena suerte. Tal condición se debe quizás a que el delfín se observa con mayor frecuencia en mares tranquilos y en calma.


Gatos: Para los celtas, el gato tenía el mismo simbolismo que para los egipcios; por unanimidad, representaba el guardián del otro mundo y por tanto también guardián de sus secretos. De hecho, los celtas creían que los ojos de los gatos eran las puertas que conducían al reino de las hadas y que había que tener uno en casa para poder comunicarse con ellas.  El gato siempre fue considerado un animal mágico por los celtas, y por tanto beneficioso a excepción de aquellos felinos nacidos en el mes de mayo…había la creencia de que estos gatos atraían la mala suerte y la desgracia, razón por la que eran sacrificados al instante de nacer. Si os fijáis bien, en la mitología celta, casi todas las maldiciones y desgracias ocurren durante ese fatídico mes, un mes que se convirtió en fechas de mal augurio. Es extraño puesto que en mayo, los druidas celebraban el despertar de la tierra con la llegada de la primavera, una celebración benéfica y por lo que sabemos rica y agraciada por lo que me es completamente desconocida la razón por la que Mayo se convirtió en un mes funesto. 

Y eso es todo, esto es un breve resumen de la simbología que tenían los animales para esta cultura. Espero que os haya parecido interesante y por supuesto que hayais disfrutado tanto como yo a la hora de escribir y redactar este artículo. 
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