Esta runa, la runa blanca, también se llama la runa de Odín o Wyrd, el nombre nórdico colectivo dado a las Nornas, las tres diosas o destinos de la mitología teutónica: Urd, Verdandi y Skuld que representan los tres aspectos del tiempo (pasado, presente y futuro). Esta runa, al encontrarse en blanco, simboliza el Todo y la Nada, el karma, la reencarnación en la que somos responsables de nuestros propios actos sean buenos o malos. Nos enseña que las deudas antiguas del karma cambian y se transmutan cuando uno mismo cambia tanto su actitud hacia la vida como su personalidad abriéndonos el camino hacia la sabiduría real.
El uso de esta runa se hizo popular en 1960 y se incluyó en el futhark establecido en 1980, gracias a Ralph Blum en su libro: El libro de las Runas exponiendo que “Wyrd es el poder cósmico del Destino.”
Esta es una runa muy polémica ya que hay muchos que opinan que es una simple invención del futhark o alfabeto rúnico moderno. Sin embargo, hay otros que creen que el uso de esa runa se había perdido y que fue redescubierta después. Yo personalmente no la suelo utilizar aunque hay muchos que sí cuentan con ella en sus tiradas o estudios alegando que es una runa primordial.
Pese a todo, hay una clara tendencia a creer que Wyrd no tiene ningún valor o significado tradicional, lo que es fuente actual de muchos debates y es por ello que muchos la consideran una no-runa. Para muchos en cambio, es la representación de una especie de vacío, de otra dimensión separada de otras runas donde tienen lugar manifestaciones ajenas a todo lo que conocemos.
Pese a todo, hay una clara tendencia a creer que Wyrd no tiene ningún valor o significado tradicional, lo que es fuente actual de muchos debates y es por ello que muchos la consideran una no-runa. Para muchos en cambio, es la representación de una especie de vacío, de otra dimensión separada de otras runas donde tienen lugar manifestaciones ajenas a todo lo que conocemos.
Sea como fuere se asocia con el Dios Odín y el azul es su color rúnico. Wyrd además se considera un símbolo de la polaridad masculina. Astrológicamente, corresponde a Mercurio y la turmalina es la piedra preciosa que se le asocia así como la flor de caléndula. Su número rúnico es 0 y el elemento que rige es el aire. No tiene símbolo pictográfico por lo que su contenido suele complementar o potenciar la esencia de otras runas.
Esta runa representa el destino, la voluntad de los dioses. Aquello que es inevitable y no puede ser eludido, sea bueno o malo. Cuando se utiliza en la adivinación, la runa indica que el futuro es incierto; también puede llegar a significar la muerte, es decir, el final o aquello que evita nuestra evolución personal, o el nacimiento, es decir, el principio de todo nuestro aprendizaje.
Wyrd se relaciona también con el concepto de lo desconocido o lo incognoscible. Muy a menudo, representa, como hemos dicho, el destino desconocido, el karma, la protección y la fe. Significa que una fuente desconocida proporciona alguna clase de protección, así como orientación a una persona en el camino de la vida. También puede representar el principio o el final en cualquier aspecto de la vida como el trabajo, el amor, los negocios o la riqueza. Esta runa es tan compleja que significará cosas distintas para cada uno de nosotros puesto que todos tenemos nuestra propia idea de lo que es el Destino.
Wyrd requiere a una persona que sea fiel a sí misma. El motivo es que cada persona es libre de seleccionar o elegir lo que le gusta. Además sugiere que una persona no debe juzgar a otra si ésta no se encuentra lista para ser juzgada por los demás. Por tanto es una runa magnífica para acabar con nuestros miedos, incertidumbres y oscuras energías que nos puedan perjudicar.
Nos brinda la posibilidad de volver a nuestra esencia, de conseguir esa llave mágica que abrirá todas las puertas a nuestro otro yo interior, para así mejorar y conseguir la fuerza necesaria para sobrevivir a nosotros mismos y al mundo que nos rodea.
Como el Dios Odín dijo una vez refiriéndose al destino:
No intentes controlarlo todo, y menos lo que no existe.
No intentes controlarlo todo, y menos lo que no existe.