El topacio es una piedra muy empática que se adapta a la
persona que lo lleva y le proporciona lo que necesite en ese momento: alivio,
curación, motivación, ánimo, equilibrio… Normalmente es una gema que favorece
el perdón y ayuda a ver la verdad y entrar en contacto con los recursos que
tenemos en nuestro interior para conseguir los objetivos que nos hemos
propuesto; es decir, ayuda a tomar conciencia de la influencia que se tiene en
nuestro interior y del conocimiento adquirido por medio del trabajo y las
experiencias de la vida para utilizarlas en nuestro beneficio. Esta es la causa por la que se convirtió en
una gema muy preciada ya que disipa la duda y la incertidumbre y promueve la
honestidad, autorrealización, autocontrol y sabiduría. Por eso es muy útil para todas las personas
creativas.
La denominación de topacio según Plinio el viejo, está basada en el nombre de una isla en el Mar
Rojo, "Topazos", hoy llamada Zabargad, la fuente antigua de peridoto.
Lo más seguro es que este nombre venga del sánscrito « tapas », que
significa fuego.
En
tiempos antiguos se le llamaba la piedra del amor y la buena suerte y se
llevaba como amuleto o talismán en cualquier parte del cuerpo ya que se creía
que el cosmos era reflejado en las piedras preciosas y como esta gema se
relacionaba con el planeta venus se asoció inmediatamente a la diosa del amor.
En la edad media se usaba para limpiar el aura
y producir relajación. De hecho, Hildegarda de
Bingen (1098-1179) abadesa benedictina también conocida como Santa Hildegarda que
además de curandera era poetisa, compositora, teóloga y consejera de obispos y
nobles, utilizaba mucho esta gema en elixir para corregir y estimular la
visión. Pulverizaba el topacio, lo mezclaba con otros ingredientes y elaboraba
lo que ella denominaba un elixir de curación que podía incluso aplicarse sobre
la piel. Sobra decir que no solo utilizaba esta gema si no todas las piedras
curativas a su disposición por lo que podemos decir que fue una precursora de
lo que luego se denominaría la ciencia
de la gemoterapia.
Los egipcios, en cambio, creían que el topacio era coloreado con el
brillo dorado del poderoso dios del sol: Ra. Este fue el principal motivo por
el que esta gema se convirtió en un amuleto muy poderoso que protegía a los
fieles contra cualquier tipo de daño físico o espiritual.
Los griegos creían en esta piedra preciosa para aumentar la fuerza y
hacer a su portador invisible en caso de emergencia. También se rumoreaba que el
topacio cambiaba de color con la presencia de comida o bebida envenenada y que
sus poderes curativos místicos cambiaban con las fases de la luna. Su fama
llevó a la creencia de que curaba el insomnio, el asma y las hemorragias.
En ciertos campos esotéricos actuales se dice que las
facetas y caras del topacio poseen energías positivas y negativas que están en
equilibrio con la energía del universo. La consecuencia es que estabiliza las
emociones y confiere astucia e inteligencia además de estimular el metabolismo y
fortalecer los nervios, restaurar el sentido del gusto y combatir la anorexia.
Curioso para una gema asociada al chacra del entrecejo.
Al igual que los cuarzos, el topacio puede poseer distintos
colores que le confieres propiedades específicas:
TOPACIO
AZUL:
Puesto sobre la garganta o sobre el chacra del tercer ojo
potencia dichos chakras y la visualización espiritual. El topacio azul se
volvió muy popular durante la Edad Media por sus propiedades para aclarar y
fortalecer la mente; los griegos le atribuían la propiedad de calmar las
fuertes tormentas y los egipcios la consideraban la piedra de la inspiración y
la felicidad. Esta gema es conocida como la piedra de la franqueza y de la
verdad, siendo muy indicada para aquellas personas tímidas e introvertidas y
para cualquier orador ya que ayuda a expresarse adecuadamente y permite verbalizar
claramente los propios deseos y necesidades. Además es una piedra que ayuda a
ver el “papel” que representamos en esta obra de teatro llamada vida y
reconocer dónde nos hemos desviado de nuestro camino y nuestra verdad.
Es muy recomendada para combatir el estrés, la depresión y
las preocupaciones, y controla las envidias y los celos.
Esta piedra otorga la capacidad de liderazgo a cualquiera
que lo lleve, siempre que sea realmente justo y productivo para todos. Aumenta
o mejora el conocimiento, el crecimiento espiritual y la visión psíquica. Se
recomienda especialmente para los signos de Sagitario y Piscis, así como para
todos aquellos que tengan poderosas posiciones astrológicas en estos dos
signos.
También mantiene todos los meridianos del cuerpo alineados
y en buenas condiciones. Cura, regenera, rejuvenece y ayuda a motivar a
cualquier persona. Promueve la lealtad en una relación, y ayuda a la gente que
no puede perdonar fácilmente. Asimismo, protege de enfermedades y ayuda mucho
en dolencias relacionadas con el aparato digestivo, como la anorexia nerviosa,
las úlceras, las malas digestiones o el síndrome de colon irritable.
TOPACIO CLARO:
El topacio Claro ayuda a tomar conciencia de los
pensamientos y actos y del efecto kármico de éstos. Es decir, si en otra vida
reencarnada o pasada se hicieron actos negativos éstos tendrán efectos en
nuestra vida actual en compensación. Purifica las emociones y acciones y evita
el estancamiento. Además estimula los procesos metabólicos y facilita la
eliminación de toxinas, llevando los nutrientes adonde se les necesita.
TOPACIO DORADO O TOPACIO IMPERIAL:
De un vívido color rojo-naranja o dorado es la segunda
variedad más común de topacio siendo los yacimientos más importantes las minas
de Brasil. Los egipcios pensaban que era
la piedra del poderoso dios del sol Ra por lo que era muy venerada en la antigüedad.
Por su color, se asocia al chackra del plexo solar. No confundir con el
citrino, ya que ambas gemas son muy parecidas.
Lo cierto es que esta gema es un gran potente activador ya
que actúa como una batería y recarga espiritual y físicamente, fortaleciendo la
fe y el optimismo. Fomenta el impulso hacia el reconocimiento y atrae a gente
afín a uno mismo. Se dice que es la piedra de los que buscan la fama pues
otorga carisma y confianza además de estimular la generosidad y las relaciones
sociales.
En el ámbito curativo cura los síntomas de depresión,
insomnio y nerviosismo, regenera las estructuras celulares y activan el plexo
solar, es decir, el poder vital de cada persona. Trata el hígado, la vesícula
biliar y las glándulas endocrinas, los intestinos, la vejiga y el bazo.
Esta gema potencia la resolución personal para conseguir las metas que uno se haya propuesto, o el destino personal que cada cual debe llevar a cabo. Está considerada como una de las gemas de Leo, y simboliza la luz del Uno. En algunas fuentes esotéricas se considera que el topacio lleva en su interior la memoria del planeta, ya que soporta la identidad vibratoria de la Tierra. Nos permite rehacer una construcción sólida en nuestra vida cotidiana.
También aclara la inteligencia, fomenta el conocimiento, favorece el sentido de la organización y aporta una gran claridad de espíritu, desarrollando las capacidades intelectuales. Estimula las funciones mentales y refuerza la intuición. Permite aclarar los misterios. Activa la memoria y mejora la salud física y el tono general. Favorece la práctica de la medicina y de las artes.
Se dice que, si se padece algún tipo de enfermedad, el
topacio dorado es excelente para emplearlo bajo los rayos de una cálida luz
solar o artificial, deslizándolo por el área del cuerpo afectada.
En resumen, el topacio imperial fomenta el desarrollo de
esa fuerza interna que nos impulsa a actuar, nos ayuda ante los obstáculos y
fomenta nuestro “sol interior”.
TOPACIO ROSA:
En el siglo XIX se descubrió el topacio rosa en Rusia. Esta piedra era tan solicitada que sólo el zar, su familia y personas excepcionales podían poseerlo.
Es una piedra de esperanza
pues libera suavemente los antiguos patrones de enfermedad del alma y elimina
cualquier resistencia, abriendo el camino hacia una salud perfecta. Abre el
corazón al amor incondicional y rodea a su portador con amor.
Fortalece los pulmones y
el aparato respiratorio contra la tuberculosis y los enfriamientos. Ayuda a
combatir la miopía. Cura el estrés.